Antón Valén y su paso por TeatroEscuela Internacional 2019

Antón Valén y su paso por TeatroEscuela Internacional 2019

La tercera edición de TeatroEscuela Internacional comenzó los primeros días de abril con el curso "El Payaso en la Pista", dirigido por el payaso español Antón Valén, quien desde el año 2017 integra el equipo de profesores del programa de formación de la Fundación Teatromuseo del Títere y el Payaso.

El maestro, que también forma parte del elenco del Cirque du Soleil, llegó a Chile posterior a una gira por Japón con el espectáculo "Kurios", de la reconocida compañía circense, y luego de hacer una serie de talleres por diferentes lugares de Latinoamérica.

Durante su estadía en Valparaíso conversamos con él, para saber cuál es su visión del payaso en la práctica teatral, su ejercicio y experiencia en un escenario tan importante como el Cirque du Soleil, su manera de compartir y transmitir los conocimientos y cuáles son sus proyectos futuros.

¿Qué es ser payaso?
Es una pregunta que me hago durante muchos años. Mi visión aquí en la Escuela Internacional, construyo un payaso, o creo que oriento payasos, y esta orientación es primero limpiar. Tienes a las personas que quieren ser payasos, pero saben actuar o no saben actuar. Encontrar tu payaso es una cuestión, la otra es saber qué hacer cuando lo encuentras, que ahí es donde se quedan en el bloqueo, en la parte creativa. Es una reflexión que tengo, no tengo de momento una afirmación, y no me atrevo a hacer una afirmación como "el payaso es tal cosa".

¿Y algunas características que tu identifiques como esenciales en el trabajo del payaso?
Hay muchas características. Yo siempre digo "haz todas las características que quieras", pero lo cosa es convencer al público.

¿Cómo se mueve el payaso en otras culturas?
Cada país tiene diferente cultura, la manera de entender el humor. Todo el humor, no solo el clown. Recuerdo que cuando estaba antiguamente con Alegría en Japón, nosotros hacíamos un payaso clásico, típico, con chalupas, maquillaje, y para ellos era una novedad. Fuimos bien acogidos, estuvimos 14 meses ahí. Pero después de Japón, de Tokio, nos fuimos a Londres y ahí éramos lo peor. Gracias a ese contraste se me abrió otro ángulo de aprendizaje, es decir, cuidado que cada país tiene una cultura diferente, porque de Londres nos fuimos a Bélgica, un inglés, un belga, culturalmente diferente, y ¿qué es lo que aprendimos? Cuidado, cuando empezamos a exponernos delante de un público tenemos un pregunta mental: "¿ustedes de que os reís?". Si se ríen de momento tenemos el mes resuelto, pero si no se ríen tenemos 2 o 3 días de un proceso de adaptación para ver de qué se ríen. Es decir, no se cambia la historia, se cambian los tiempos, las medidas, la escucha, para poder adaptarnos al público. Eso es lo que aprendí de la diferencia de Tokio con el fracaso que tuvimos en Londres. En una semana removimos todo, sin cambiar la historia, pero si más corto, más largo, menos palabras, más mimo, más gestual, menos gestual, más palabritas. A través de la reacción del público se modifica, uno se modifica a través de un público. Porque ¿te imaginas un espectáculo de una hora y en los 10 primeros minutos no haces reír, qué haces los otros 50 minutos? Es ahí donde se reacciona gracias a la escucha, que tenemos que aprender. Luego en comentarios con muchos payasos profesionales hablamos de eso, "Yo he triunfado en tal sitio y aquí nadie reacciona". Ahí está la cosa, cada país es diferente.

El taller de 10 sesiones de duración se realizó en el Parque Cultural de Valparaíso, como resultado del trabajo en conjunto que la Fundación Teatromuseo realiza junto a este agente cultural de la ciudad, y recibió a 22 artistas provenientes de Argentina, Bolivia, Colombia y diversos lugares de Chile.

¿El taller que estás trabajando en la escuela está orientado al "saber que hacer"?
Sí, sobre todo en qué hace tu payaso en un espacio escénico, por eso se llama "El Clown en la Pista", que puede ser en la calle o en un escenario o en una pista de circo o cuando un payaso se expone delante de un público, eso es un acto escénico, quiera o no, un payaso que tenga un público por delante es un acto escénico. Puede que otro diga que es un acto circense, sí, pero es un acto escénico. Y el acto escénico en una manera amplia, tanto la tragedia, el melodrama, la comicidad y el clown, cuando tiene un público es un acto escénico. Y eso es lo que estamos trabajando, ¿qué haces tú delante de un público? Trabajando tu transparencia, tu juego, tu creencia. Un trabajo es buscar tu propia creencia y que sea clara, verdadera, sea el estilo que sea.

¿Cómo ves la evolución que ha tenido en el tiempo el trabajo del Teatromuseo?
El debate que tengo con el director de la fundación, Víctor Quiroga, es ¿qué estamos haciendo?, ¿cómo orientamos o qué se está orientando? Créanme que nos estamos yendo de lo tradicional, esto no quiere decir que nos salgamos totalmente de lo tradicional, pero nos estamos yendo y se nos van de las manos esos clowns, esos cómicos. Por eso aquí se trabaja como un centro de investigación, primero para saber ¿qué pasa?, y después ¿qué construimos? Pero, ¿qué está pasando? Hay que descubrir por encima del clown y de los alumnos, que hay unas inquietudes que ni siquiera ellos saben cuáles son. De primer momento hay "Quiero ser payaso", sí, pero detrás de lo que quieres hay una inquietud y es ahí donde se desequilibra la balanza. Y ¿qué hago? Primero investigo, ¿por qué pasa esto?, si realmente tu quieres ser artista o no.

Este año estuviste en varias partes de Latinoamérica haciendo talleres, ahora en Valparaíso, ¿sientes que hay un código en común que se habla entre artistas latinoamericanos?
Cada país latinoamericano tiene un pequeño código que no es común entre ellos, por las culturas. Pero no vamos a entrar en ese tipo de detalles para no ofender, pero si los hay.

¿Cuáles son tus proyectos a futuro? ¿En qué está pensando Antón Valén?
De momento, a corto plazo, a largo plazo nunca se sabe porque tampoco sé lo que quiero, pero a corto plazo es durante dos años estar seis meses con el Cirque du Soleil y seis meses con talleres a nivel internacional, como aquí en TeatroEscuela Internacional y la Red Latinoamericana de la Risa.

De esta manera, y con una positiva evaluación, finalizó el primer curso del programa internacional que ha instalado a Teatromuseo como uno de los principales polos de investigación en torno al payaso en Latinoamérica, y con él el paso de Antón Valen por Valparaíso y nuestro país. TeatroEscuela Internacional continúa con seminarios de formación hasta fines de mayo, y ya se prepara para una próxima edición, donde se espera contar nuevamente con la importante participación de Valén.